La
publicidad nos invade, se cuela en nuestras radios, televisores, medios de
transporte… pero también en nuestras mentes, ocupa nuestro cerebro e intenta
lograr un fin: que compremos un producto determinado. Pero en ocasiones,
también intenta que menospreciemos, infravaloremos y discriminemos a un
colectivo determinado de personas, con frecuencia hacia personas del sexo
contrario.
Considero
que la publicidad sexista muchas veces trata de manera estereotipada la labor
de hombres y mujeres y se alimenta de los tópicos que existen alrededor
del sexo y los degrada o imperioriza.
El
sexismo contra las mujeres, en mi opinión se da en bastantes ocasiones dentro
de la publicidad.
Por
poner ejemplos de ello, en ocasiones se identifica a la mujer exclusivamente
con el mundo doméstico, otras veces se utiliza a la mujer como un objeto sexual
o incluso se califica a la mujer como un ser inferior.
En
este último caso encontramos muchos anuncios que sitúan a los personajes
femeninos en una posición inferior, débil y de dependencia. Se muestra a una
mujer incapaz de controlar sus emociones y sus reacciones, justificando de algún
modo las prácticas violentas que se ejercen sobre ellas. Esto lo podemos ver en
el anuncio de “Axe” de 2012 donde se acerca el fin del mundo y las mujeres acuden como reclamo del último
hombre que salvará la tierra simbolizando el arca de Noe. Prácticamente todos los
anuncios realizados por Axe tienen aspecto sexistas ya que para anunciar un
producto de hombre necesitan que salga una mujer e infravalorarla o tratarla
como objeto sexual. Esto es catalogado como machismo en la publicidad.
Hoy en
día, es de sobra conocido por todos el “Efecto Axe”. Ese efecto que produce la
marca masculina de desodorantes y geles de ducha Axe en su comunicación, que
hace que toda mujer caiga rendida ante aquel hombre que desprenda la fragancia
en cuestión. Pero además, es conocida también, la polémica que esta
comunicación genera en la sociedad siendo definida como sexista y denigrante
para el género femenino.
Aquí os dejo el fragmento del anuncio publicitario:
Y
es que no es para menos ya que en sus campañas, Axe transmite la imagen de
una mujer sometida a la voluntad del hombre, dominada por éste a través del
producto, sin ningún tipo de criterio o juicio, como un mero objeto
sexual, en un rol ajeno a la realidad, como un ser vacío, sin voluntad, y
convirtiéndola en un trofeo.
Aunque todo esto ya lo sepamos he de decir que por otro lado y de manera menos frecuente también podemos encontrar
manifestaciones del feminismo en la publicidad. Los más frecuentes son todos
aquellos anuncios que pretenden desvincular a la mujer de las tareas del hogar,
haciendo que el hombre tome un papel importante en su realización o incluso
también llegan a infravalorarlo y lo muestra como un ser dependiente de la
mujer incapaz de valerse por si mismo.
Por
todo este sexismo en la publicidad, han sido numerosas marcas las que han
tomado conciencia de todo ello y han intentado, de algún modo, promover la
igualdad entre sexos, y en mi opinión es un recurso muy acertado. Esto podemos
verlo en el anuncio de Quilmes de 2012, donde promueven un igualismo entre sexos en mi opinión muy acertado.
Totalmente de acuerdo, Axe tira la dignidad de las mujeres por el suelo en prácticamente todas las campañas publicitarias que recuerdo... Y es que la imagen del cartel publicitario en el túnel es...flipante! Ponte AXE chaval, y ya verás como una tía sin cerebro te abrirá las puertas del placer con solo olerte...
ResponEliminasi desde luego que no hay ninguno que se salve!! yo creo que los anuncios de axe están totalmente dentro de lo que es machismo desproporcionado.
ResponEliminaTenéis razón, es así, pero es descarado, no lo esconden: este es el producto y de este modo lo vendemos. Si lo pensáis, logran el primero de sus objetivos: consiguen que hablemos de él. Ahí son hábiles. Eso no quita para que a mí no me gusten nada. De hecho, ni siquiera he tenido la curiosidad por olerlo... lo que sí me ha pasado con otros perfumes masculinos.
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