
'La
casa de la Alegría'
'La casa de la alegría', una novela de Edith Wharton, una historia
dramática situada en Nueva York a principios del siglo XX. Ciudad que poco
después se convertiría en la capital del mundo, donde se iban formando
dinastías familiares con grandes fortunas, debido su poder económico. La novela
de Wharton, hace de estas familias adineradas las protagonistas de su historia,
una dramática historia, donde podemos intuir la falsedad, los intereses, la
ironía, la envidia, el disimulo y sobre todo, las apariencias.
La novela nos muestra un perfecto retrato de
la vida que llevaba la alta aristocracia de la ciudad neoyorkina, como el
dinero era lo más importante, más, incluso, que las propias personas o los
propios sentimientos verdaderos, podemos captar esas relaciones interesadas
entre los personajes. Las costumbres que movían las acciones de ésta alta
burguesía, las 'buenas' apariencias, el 'buen' tono y el comportamiento
'adecuado'.
"En este ambiente de tórrido esplendor se movían
seres tan ricamente tapizados como los muebles, seres sin metas definidas ni
relaciones permanentes que vagaban en una lánguida marea de curiosidad, de
restaurante a sala de concierto, de invernadero a sala de música y de
"exposición de arte" a desfile de modelos de alta costura."
La vivienda cobra capital importancia en la
novela, las casas, la mayoría de los acontecimientos ocurren dentro de las
casas. El descenso económico de la protagonista, Lily Bart, se ve reflejado en
las diferentes casas y habitaciones que van apareciendo, van desde los mayores
lujos, la casa burguesa de Selden a la casa de campo, luminosa, de los
aristócratas Trenor, la antigua casa de la tía de Lily, hasta finalmente la pequeña
habitación de la pensión en la que acaba viviendo la protagonista. Las casas
son el ejemplo de las clases sociales, del poder, del dinero y de las
apariencias.
Personas que han hecho del dinero una forma de
vida, personas que no pueden vivir sin ésta forma de vida, pero de la que son
prescindibles.

"(...) el
único modo de no pensar en el aire es tener el suficiente para respirar. Es muy
cierto en un sentido, pero los pulmones no dejan de pensar en el aire, aunque
uno no lo haga. Y lo mismo ocurre con la gente rica: tal vez no piense en el
dinero, pero lo respira. ¡Trasládeles a otro elemento y les verá retorcerse y
jadear!"

A mí me pareció una novela muy triste, pero maravillosa. El personaje femenino es magnífico y los ambientes que recrea son un fiel reflejo de su tiempo. ¡Bien por tu entrada!
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